Ya lo intenté hacer en otra ocasión, pero los resultados no fueron tan buenos; pero ahora sí que sí. Este es uno de esos panes especiales y de temporada, porque cuando se acaben estas naranjas...se acabó el pan.
Con naranjas venidas directamente del Valle de Lecrin, gentileza de Cortijo los Dilares, tiene un sabor a naranja acidilla y buena, que quita el sentido. Pero es que esta mañana me he desayunado una tostadica con mantequilla y mermelada... ufffff, no comment!.
Ideal para intrépidos catadores y para aumentar esas defensas contra el invierno tardío que tenemos.
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