Ayer "por fin" me decidí a intentar aprender a hacerlos (además de que me habían hecho un encargo, jiji). Y allí que me fui, a casa de la abuela con mi delantal, los ingredientes básicos (harina, azúcar, huevos, leche y aceite) y mi móvil pa' ir apuntando y haciendo fotos.
Entre mi tía, ejecutando el proceso, y mi abuela, controlando que estuviera correcto, me fueron enseñando los trucos y formas de amasar (algo con lo que ya estoy algo familiarizada) y lo más importante, cómo freirlos, para que queden esponjosos y buenos.
El resultado final....ummmm!!!!! DELICIOSOS.
Aunque aún nos quedan las flores, porque cuando terminamos con esto, ya era hora de ir a la cama.


